lunes, 15 de febrero de 2010

DUDAMEL Y METALLICA

En días anteriores, en mis pocas incursiones al facebook, la red social en boga, encuentro a uno de mis sobrinos contando los días para asistir al concierto de una banda de rock conocida como Metallica. No dejé pasar la ocasión para hacerle saber a mi sobrino en cuestión, mi animadversión hacia ese tipo de música, la cual asocio con todos los comportamientos nocivos de la juventud desde que yo tengo uso de razón.
En respuesta a ello, mi sobrino y otro amigo me invitaron a que como periodista, debía investigar y conocer las letras de las canciones del grupo en cuestión y que me daría cuenta de los mensajes de paz y conservación ambiental que rezan.
Mi asombro no dejó de exacerbarse al leer semejante argumento, cuando de muchos es conocido la naturaleza de esos mensajes que hacen alusión a los mas bajos instintos y las consecuencias que los conciertos de estos grupos extranjeros traen.
Están bien documentadas por la prensa universal, las incursiones en las drogas, el alcohol, el suicidio y otras aberraciones mas que los representantes de este género de música y sus fanáticos han experimentado.

Mientras elucubraba sobre esto, presencié el concierto que el afamado y joven director, barquisimetano, Gustavo Dudamel y la organización de orquestas de Venezuela, ofrecieron en el estadio de béisbol de Barquisimeto recientemente, y con la emoción a flor de piel, no dejé de lamentar que muchos jóvenes de nuestro país (y unos cuantos viejos también), prefieran dar una cantidad elevada de dinero para asistir a ver dicha banda de rock en lugar de dar un juguete y disfrutar de verdadero y extraordinario talento de nuestros niños, niñas, adolescentes y adultos que conforman este hermoso sistema nacional de orquestas, matizado excelentemente por las voces del coro, sin parangón en nuestro país, y con el toque sublime del coro de manos blancas, sin precedentes en América Latina.

Es cierto que todos tienen derecho a manifestar sus gustos por uno u otro género musical y hasta es necesaria la controversia para favorecer la excelencia, pero me niego a darle crédito a que una manifestación musical sea buena cuando sus consecuencias son nefastas para las personas que los representan y las que los siguen.

No resisto la intención, so pena de caer en manifestaciones que hieran susceptibilidades, de establecer comparación entre Dudamel y Kurt Cobain; el primero un muchacho saludable, que ha recorrido el mundo cosechando éxitos y adquiriendo fama, no buscada por cierto, y que Dios le dará larga vida, llevando un mensaje de paz a través de la música universal y emocionando corazones. Y el segundo, representante del rock pesado, aunque en su momento cosechó éxitos, terminó acabando con su vida.

Y no solo eso, sino que como hemos podido apreciar, los integrantes de estas hermosas orquestas venezolanas, se fusionan cada uno con sus instrumentos, extrayéndoles las más hermosas notas del repertorio musical, regional, nacional y universal. Mientras que con estupor, en muchas ocasiones, documentadas también por los medios de comunicación, se observan los músicos de las bandas de rock, en una manifestación digna de desequilibrados mentales, destruir delante de excitados fanáticos los instrumentos musicales.

Es por eso que por más que mi sobrino me dé múltiples razones por las cuales le gusta el rock, para mi concepto, ese tipo de manifestaciones y sus representantes, está plagado, salvo a muy contadas excepciones, de todas las bajas y oscuras expresiones del ser humano.
Prefiero oír el “Danzón Número 2” interpretado por la orquesta Simón Bolívar y dirigida por Gustavo Dudamel que “Simpatía por el Diablo” de los Rolling Stones.

Sin embargo, como periodista, y complaciendo a mi sobrino, debo informar que el próximo 12 de marzo, esta banda de rock pesado, Metallica, se estará presentando por segunda vez en el país (la primera fue en Mayo de 1999), como parte del World Magnetic Tour, el cual en su etapa latinoamericana, comenzó el 21 de enero en Perú, siguió en Argentina, Chile, Brasil, el primero de Marzo reanudarán en México, para continuar en Guatemala, Costa Rica y Panamá. Siendo Venezuela su penúltima presentación porque culminarán su periplo en Puerto Rico.

Los integrantes de este grupo musical que además de Robert Ulrich como baterista; James Hetfield, guitarra rítmica y voz principal y Kirk Hammet en la guitarra líder; cuentan con un miembro que no estuvo en la primera visita a Venezuela, Robert Trujillo, “…un californiano de madre mexicana sobre quien recayó la responsabilidad del bajo en la banda en 2003, luego de la salida en 2001 de Jason Newsted, quien a su vez suplantó a Cliff Burton, el bajista original del grupo que falleció en un accidente automovilístico en 1986” (El Universal, Domingo 14 de Febrero de 2010, pag. 3-2).

El recital en Venezuela se llevará a cabo en La Rinconada, donde la banda interpretará alrededor de 19 canciones, por lo general abriendo con Creeping Death (algo así como “Muerte Progresiva”), cerrando con Seek &Destroy (buscar y destruir). Aprovecharán para dar a conocer las 10 canciones de su reciente álbum denominado Death Magnetic (Muerte Magnética).

No me negarán que causa cierto recelo sólo con leer los títulos de las canciones, además de que para reforzarlo, a este grupo los apodan “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, por su vestimenta de color negro, por su canción “The four Horsemen”, de su álbum Kill´Em All (Mátenlos a todos).

Y después de este recuento, ¿No tengo razón, para tener ciertas reservas con este grupo?

Bueno, los que hayan pagado 1500 BsF, para ver esta banda, no solo les deseo suerte y que se diviertan, sino también, que Dios los proteja.
De Dudamel hablaremos mas adelante porque merece un trato especial y aparte.

Mientras tanto, les dejo con un video de Mettalica.

¿Qué opinan?

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Ingeniero Mecánico. Magister en Mantenimiento Industrial y Licenciado en Comunicación Social. Mención Desarrollo Social. Profesor Universitario de Pre y Post grado en Ingeniería