La actitud es la manera como los
seres humanos enfrentamos nuestra realidad y que depende de todas las creencias
y experiencias que a lo largo de la vida hemos adquirido. Es decir, cada ser humano, en
cuanto individuo, posee una manera de
enfrentar los acontecimientos de su vida de acuerdo a lo aprendido a través de
su experiencia vital.
El que se tenga éxito o no en la
realización de los sueños depende de la actitud que adopte el individuo frente
a las oportunidades que tenga para hacerlos realidad.
Si sus creencias ante los
acontecimientos que lo rodean son positivas entonces existe una gran
probabilidad de que sus sueños se hagan realidad; lo contrario también sucede:
la negatividad ante la realidad atenta contra su actitud ante la consecución de
sus objetivos.
En este sentido Carlos Saúl Rodríguez
en su libro “No es cuestión de leche, es cuestión de Actitud” afirma que: “Todo
resultado satisfactorio, toda conquista o meta alcanzada o cualquier signo de
superación personal, siempre va acompañado por creencias y actitudes previas
favorables a cada situación”.
En vista de todo lo anterior, los
seres humanos siempre van a adoptar una actitud frente a las situaciones que a
lo largo de su vida se le van presentando. El que dicha actitud sea positiva o
no depende de la información que de la situación haya acumulado durante su
crecimiento personal.
Y esta actitud no solo la tiene como
individuo sino también como miembro de una sociedad y que de acuerdo con sus
cánones de comportamiento, se va formando un comportamiento grupal que dicta el destino de dicha
sociedad.
Es así como se crea una actitud
social que rige la cultura de un país y que eventualmente lo identifica y lo
distingue de los demás países del mundo.
En este sentido encontramos
sociedades con comportamientos grupales diametralmente opuestos ante
situaciones similares y que sólo mediante un estudio sobre las actitudes
individuales se podrían explicar.
Por eso se puede afirmar que cuando
una persona cambia su actitud ante una situación que concierne a la realidad de
un país y si esa actitud se conserva y se transmite a otros individuos de esa
sociedad el cambio positivo o negativo que ocurra en dicha sociedad es
altamente factible.
Entonces si queremos cambiar para
bien la realidad de nuestro país solo es cuestión de asumir una positiva actitud.
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