MANTENIMIENTO CIRCUNSTANCIAL

La Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN) en su norma 3049-93, define Mantenimiento Circunstancial como aquel que se realiza a los sistemas que por su naturaleza deben trabajar en forma continua, cuando una circunstancia favorece la aplicación del mantenimiento sin que por ello se vea comprometido el proceso productivo.
Es decir, existen en todos los procesos productivos, circunstancias ajenas al departamento de mantenimiento que se pueden aprovechar para realizar actividades que permitan mantener la confiabilidad de los equipos. Por ejemplo, cuando un proceso continuo, por falta de materia prima, paraliza parcialmente su producción, entonces se aprovecha esa circunstancia para ejecutar mantenimiento preventivo que permita, luego de restaurada la capacidad total, un funcionamiento continuo con baja probabilidad de ocurrencia de fallas.
Esto viene a colación a propósito de lo que está sucediendo con el sistema eléctrico nacional. Mucho se está comentando que debido a la sequía que azota al país, los embalses de agua se están secando y esto está provocando una disminución en la capacidad instalada de los sistemas eléctricos, provocando un proceso de racionamiento de agua y electricidad en la población.
Ya que se ha llegado a estos niveles de funcionamiento provocado por la ausencia de un sistema de mantenimiento efectivo, entonces es necesario emprender acciones que de ahora en adelante permitan un funcionamiento continuo y efectivo del sistema interconectado nacional.
Retomando la norma COVENIN, las buenas prácticas de mantenimiento exigen que se genere un plan de mantenimiento preventivo efectivo que reduzca la posibilidad de fallas a corto y mediano plazo.
Para ello es necesario aprovechar la circunstancia de que el sistema está trabajando a media marcha y realizar las actividades de mantenimiento que eviten que surjan fallas cuando el sistema vuelva a funcionar a toda su capacidad instalada.
No luce sencillo, pero no es imposible. Es necesario invertir en equipos nuevos y en proyectos que modernicen el sistema y más importante aún, llamar y contratar a los profesionales de la ingeniería que le den sustentabilidad y sostenibilidad a los planes generales de mantenimiento.

MANTENIMIENTO DE OPORTUNIDAD

Por otro lado, no todo lo que está pasando en estos momentos en la industria eléctrica nacional obedece a las condiciones desfavorables que ha provocado el fenómeno de “El Niño”; como tanto se ha vociferado. Sabemos que antes de que esta condición de sequía se presentara, muchas fueron las fallas que ocurrieron y que dieron como consecuencia grandes apagones nacionales, tales como los aproximadamente seis ocurridos durante los últimos dos años.
Los voceros de la industria eléctrica adujeron, en su oportunidad, que estas fallas se debieron al colapso de las líneas de transmisión y distribución, que forman parte del sistema interconectado nacional que estaban en malas condiciones y en muchos casos no operativas.
En este caso la norma COVENIN, dentro de lo que denomina Mantenimiento Programado, también plantea qué acciones llevar a cabo cuando se presentan estas contingencias.
Tal es el caso del Mantenimiento de Oportunidad, el cual se define como aquel que se le realiza a los elementos de un sistema que, aun cuando están en buenas condiciones, no están operativos porque uno de dichos elementos están fuera de servicio por presentar una falla que lo obligó someterse a un mantenimiento correctivo.
En este sentido, se aprovecha la oportunidad para realizar mantenimiento preventivo a estos otros elementos, para garantizar que cuando el sometido a mantenimiento correctivo vuelva a ponerse operativo entonces la probabilidad de falla del sistema en su totalidad sea mínima.
En el caso del sistema eléctrico nacional, entendemos que, a juzgar por las últimas informaciones, muchos de sus elementos están fuera de servicio sometidos a mantenimiento correctivo, por lo que se hace imperativo aprovechar la oportunidad para realizar mantenimiento preventivo a los pocos elementos, tales como dichas líneas de transmisión, que están fuera de servicio debido a esta contingencia y evitar las consiguientes fallas que podrían presentarse una vez que se haya restituido el sistema nacional.Evidentemente esto no se puede realizar de una manera improvisada ni mucho menos de la noche a la mañana. Se necesita una gran inversión en recursos, no sólo material y financiero, sino también humano que esté dispuesto a trabajar en programas de mantenimiento preventivo y correctivo que se traduzcan en la mayor productividad y se evite por consiguiente que el sistema eléctrico nacional; uno de los más modernos de América Latina, vuelva a caer en una profunda crisis como la actual.